Estándar 70. Diferencia las fuerzas de apoyo y oposición a la República en sus comienzos, y describe sus razones y principales actuaciones.
Tras unos primeros momentos de euforia colectiva ante la proclamación de la República, se fueron diferenciando y formando dos bloques que ni mucho menos fueron monolíticos, sino que fueron cambiando en la corta vida de la República.
Las fuerzas de apoyo y de fuerzas de oposición a la República en sus comienzos estuvieron principalmente mediatizadas por las relaciones tradicionales de Iglesia-Estado, por la presión de los tradicionales grupos sociales hegemónicos, y por las corrientes ideológicas que se presentarán como caras cóncava y convexa cuando el radicalismo político se instaure en 1935/1936. Por un lado los que abogaban por una ruptura total, de tendencia anticlerical, aunque en estos primeros momento algunos católicos apoyaron la República, como el mismo Presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora.
1.
Partidos y sindicatos obreros socialistas y comunista, como PSOE (Partido Socialista Obrero Español) y PCE (Partido Comunista Español; y UGT (Unión General de Trabajadores). Pese a que en un primer momento vieron en la Segunda República una opción de llevar a cabo la Revolución, con el tiempo se vieron defraudados por las insuficientes medidas tomadas para alcanzar sus objetivos.
2.
Destacan también a los partidos de izquierda burguesa, constituidos por las clases medias progresistas como Izquierda Republicana, liderada por Manuel Azaña. Estos grupos sociales fueron los principales garantes de la Segunda República, siendo en el "partido del régimen".
3.
Los partidos nacionalistas, que también apoyaron a la República por la orientación autonomista de la Constitución de 1931, destacando Ezquerra Republicana y la Lliga por parte catalana, y el PNV por los vascos. Estos últimos no tenían una ideología de izquierdas, pero todos ellos aspiraban a obtener una mayor autonomía.
1.
Fuerzas políticas republicanas conservadoras (como el Partido Radical de Alejandro Lerroux), apoyada por clases medias recelosas de cambios sustanciales. Sin embargo, estos partidos representaron el centro, ya que eran republicanos pero no se identificaban con la ideología y el cariz social de la República.
2.
Entre los partidos de derechas destacará la CEDA (Confederación de Derechas Autónomas), que a pesar de no estar de acuerdo con el sistema político republicano y ser encuadrar a una mayoría monárquica participó activamente en su vida política, incluso llegando a gobernar en el bienio conservador. Pese al posibilismo político, no escondieron nunca su animadversión hacia el modelo republicano.
3.
Contrarios al modelo republicano fueron los monárquicos reaccionarios más conservadores y entre otros partidos fascistas, destaca el partido de ultraderecha Falange Española encabezada por José Antonio Primo de Rivera. A estos partidos de extrema derecha hay que sumar a los anarcosindicalistas de CNT (Confederación Nacional de Trabjadores), los cuales fueron contrarios a la República, salvo en las elecciones de 1936.
