top of page

Estándar 73. Describe las causas, desarrollo y consecuencias de la Revolución de Asturias de 1934. PREFERENTE

Al clima de tensión social y económica que hemos visto anteriormente, hay que añadir dos sucesos que provocaron una inestabilidad que provocará la caída del gobierno presidido por Manuel Azaña. El primero será el golpe de estado fallido liderado por el general Sanjurjo en agosto de 1932 en Sevilla. La rebelión tuvo éxito en Sevilla, pero fracasó en la capital, donde el gobierno pudo controlarla y reprimirla. El general fue condenado a muerte, pero la pena fue conmutada por cadena perpetua. Sin embargo, el nuevo gobierno radicalcedista de Lerroux cocedió la amnistía a Sanjurjo como al resto de militares detenidos implicados en la sublevación. La popularmente conocida como Sanjurjada, era la respuesta de una parte del ejército español descontenta con la reforma militar en concreto, pero que representaba la opinión de parte de la sociedad más conservadora.

Sanjurjo.jfif
250px-SanjurjoTribunal.jpg

Pero el acontecimiento que terminó con el gobierno progresista fueron los "Sucesos de Casas Viejas". Estos episodios se produjeron tras acciones insurreccionales de los anarquistas de la Confederación Nacional de Trabajadores (CNT) en puntos aislados de Cataluña, Aragón o Andalucía durante el 10 de enero de 1933. Los episodios más cruentos se produjeron en la localidad gaditada de Casas Viejas, donde los anarquistas opusieron resistencia y los Guardias de Asalto abrían fuego contra los revolucionarios, hechos que conmocionaron a la opinión publica.​

Casas_Viejas.jpg
casas viejas.jpg

En 1933, las elecciones celebradas dieron la victoria a la coalición de partidos conservadores bajo las siglas CEDA, Confederación de Derechas Autónomas lideradas por José Mª Gil Robles, y al Partido Republicano Radical de Alejandro Lerroux que asumirá la presidencia. El resultado de estas elecciones se debió a varios factores, como que casi todos los partidos de derecha decidieron concurrir a estas elecciones bajo una coalición, los partidos de izquierdas estaban muy debilitados y enfrentados por el desgaste de los dos años de gobierno, el absentismo de los grupos anarcosindicalistas, y el voto femenino, que pese a no ser decisivo, si que permitió nivelar un poco más la balanza hacia las derechas. 

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

​

En las Cortes Constituyentes de junio de 1931, pese a que las mujeres no pudieron ejercer el voto, si que pudieron ser elegidas diputadas (voto pasivo). Las tres mujeres que fueron elegidas (en unas Cortes de 470 diputados) fueron Margarita Nelken (por el PSOE), Clara Campoamor (por el Partido Republicano Radical) y Victoria Kent (por el Partido Republicano Radical Socialista). Las posiciones estaban enfrentadas y estas se manifestaron en los debates parlamentario a finales de septiembre y principios de octubre de 1931. Por un lado los conservadores y muchos sectores de izquierda creían que las mujeres estaban incapacitadas para ejercer el voto. Por otro lado, otro sector de opinión de la izquierda, liderado por Victoria Kent, creía que las mujeres no estaban preparadas para ejercer el voto en ese momento, postulando que tras unos años de haber convivido con la República las mujeres serían sus mejores valedoras. Por último, Clara Campoamor defendía que las mujeres debían de poder ejercer su voto. Con este panorama en las Cortes, se llevó a cabo la votación la propuesta y fue aprobada, permitiendo votar a las mujeres en las siguientes elecciones que se celebrasen.  

elecciones_1933.jpg
Lerroux12.jfif
Ceda.jfif
Campoamor.jfif
kentv.jfif
NelkenM.jfif

La acción política se resumirá en desmontar poco a poco la acción del Bienio Reformista, lo que irá tensionando la situación política progresivamente, lo que se vio acentuado con la entrada de tres ministros de la CEDA en el gobierno en octubre de 1934. 

Esta remodelación del gobierno fue interpretada por la izquierda como el anuncio del triunfo inminente del fascismo en nuestro país. 
La cada vez más radicalizada izquierda, PSOE, UGT, CNT, PCE,  llamó a la huelga general contra el gobierno. El seguimiento fue muy desigual, pues si el movimiento fracasó en casi todas las capitales, se radicalizó en  Asturias, aunque también fue secundada en Euskadi o en Cataluña, donde también fueron importantes las revueltas y se llegó incluso a proclamar el Estado Federado Catalán. La CNT se desmarcó de la llamado a la huelga, y por ello apenas tuvo seguimiento en el sur latifundista, de tendencia más anarcosindicalista. 
Aquí la huelga general triunfó y degeneró en una verdadera revolución organizada por la UGT y en menor medida por CNT, ya que en la cuenca minera de Asturias tenía menos fuerza. 
La persistencia de la insurrección llevó al gobierno a optar por la represión militar.  La Legión, dirigida por los generales Franco y Goded, designados jefes del Estado Mayor de Madrid, fue la encargada. 
El balance de la Revolución de Octubre de 1934 es estremecedor, ya que al declararse el estado de guerra la opresión desencadenada por el Estado, y sumada a  la violencia ejercida por los huelgistas, murieron más de mil personas, dejando tres mil heridos, y treinta mil detenidos. 

vanguardia octubre 34.jpg
martires.jpg
mapa_revolución_octubre_34.png
presos.jpg
victimas de los regulares.jpg

La reacción del gobierno de derechas fue el endurecimiento de su política: 

  • Se suspendió el estatuto de autonomía de Cataluña.

  • Se redactó una contrarreforma agraria.

 

Sin embargo, las disensiones en el seno del gobierno eran crecientes. Las diferencias entre el Partido Radical y la cada vez más extremista CEDA eran evidentes. Como ejemplo los nombramientos que hizo Gil Robles, como nuevo ministro de Defensa, de militares claramente contrarios a la república que fueron designados para puestos clave en la estructura del ejército, como  Franco, por ejemplo, que fue nombrado jefe del Estado Mayor.

La crisis definitiva vino con varios escándalos de corrupción, como el del estraperlo, un juego de ruleta trucado, que afectó a altos cargos gubernamentales. Lerroux y el Partido Radical cayeron en un descrédito total. La aparición de nuevos escándalos precipitó el fin de la legislatura y la convocatoria de nuevas elecciones a Cortes en febrero de 1936.
 

​

​

Desde este vídeo podéis seguir la parte correspondiente al bienio radicalcedista del documental, entre los minutos 12:49-19:56.

bottom of page