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Estándar 79. Sintetiza en un esquema las grandes fases de la guerra, desde el punto de vista militar

Se pueden distinguir cinco grandes fases militares en el transcurso de la guerra civil:


1. Golpe de estado. El 17 de julio de 1936, la insurrección militar se inició en Melilla, coordinada desde Pamplona por el General Mola, y con el seguimiento de los Generales Sanjurjo, Goded, Queipo de Llano y Franco. El Gobierno de Casares Quiroga hizo caso omiso, restando importancia al suceso.
Al día siguiente, 18 de julio de 1936, se produjeron levantamientos en casi todas las comandancias militares, que triunfaron en Canarias, Navarra, Álava, León, Galicia, dos ciudades estratégicas y muy pobladas, como eran Zaragoza y Sevilla y las islas Baleares excepto Menorca, pero fracasaron en las grandes ciudades: Madrid, Barcelona, Valencia, Bilbao, etc, las cuales permanecieron fieles a la República presidida desde el 19 de julio por José Giral, que decidió armar a los colectivos más fieles al régimen republicano, venciendo a las guarniciones y grupos derechistas (falangistas y carlistas) que les apoyaban. 
Ante la incapacidad del Gobierno legítimo de controlar la situación ni de los sublevados de conquistar el poder, se abrió un escenario de lucha amada, de rebelión militar y de revolución popular. España se dividió, de este modo, en dos bandos bien delimitados: la España republicana y el bando sublevado.

España fue el país europeo en donde más tarde se instauró un gobierno republicano. Mientras que en el resto de Europa muchas de las Monarquías, como la alemana, la austriaca o la checa tras la Primera Guerra Mundial o la portuguesa en 1910. La República nacía en un panorama internacional adverso, ya que el resto de Repúblicas europeas fueron derribadas pocos años (algunas en meses) después de haber sido constituidas por sublevaciones militares contrarrevolucionarias, movimientos autoritarios, totalitarios o fascistas. Pero el golpe militar de julio de 1936 fue el único que provocó una guerra civil, mientras que en el resto de países europeos esto no sucedió. ¿A qué fue debido?

La respuesta más obvia es que la Guerra Civil se produjo porque una grupo de militares, faltando a su juramento de fidelidad a la República, dieron un golpe de Estado. Al no conseguir su objetivo fundamental, apoderarse del poder y derrocar el régimen republicano. Este fracaso se debió a que hubo una amplia y gran resistencia militar, pero también civil, frente al intento de imponer un sistema autoritario como no había ocurrido en el resto de países de Europa en esta época. Las injerencias del Ejército en la política habían sido habituales, pero la politización de la sociedad durante la década de 1930 (sumada a la de las anteriores décadas) impidió esta vez que el privilegio que había ostentado hasta ese momento el Ejército triunfase, como había sucedido en 1923. A todo eso hay que sumarle las grandes contradicciones políticas, sociales, económicas, el lenguaje de clase, el discurso de odio empleado por algunos dirigentes políticos que querían incendiar la situación social en 1936, promoviendo los altercados entre grupos que hasta ese momento habían sido minoritarios, e incluso habían pasado inadvertidos prácticamente entre los partidos de masas, pero que cobrarán un gran protagonismo durante la Guerra Civil, tanto que acabarán por mediatizar los discursos: el fascismo y el comunismo. Estos movimientos eclipsaron a otros proyectos políticos que eran los mayoritarios durante la República y que fueron importantes en la guerra, como el socialismo, el anarquismo, el republicano democrático, el nacionalcatolicismo o el conservadurismo monárquico.El desencadenante final, que aceleró el golpe y sumo adeptos al golpe de Estado, fue el asesinato del dirigente derechista Calvo Sotelo, el cual defendía un modelo de Estado autoritario y corporativo. 

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2. Batalla de Madrid. (agosto 1936 – marzo 1937). 
Las tropas de Marruecos, al mando de Franco, fueron transportadas a la Península y se establecieron en Jerez de la Frontera y Sevilla donde el general Queipo de Llano controlaba la ciudad.
Desde allí parten columnas que se apoderan rápidamente de las provincias de Huelva, Málaga y Granada, pero el principal objetivo era una rápida conquista de Madrid, que les permitiese consolidar la sublevación, pero el avance quedó detenido en Guadarrama desde el norte y por el sur en vez de tomar la vía más rápida hacia Madrid tomaron el camino de la Ruta de la Plata, teniendo así apoyo portugués y "liberando" todas las ciudades a su paso, como Cáceres, Badajoz, o el caso por antonomasia y deseo de Franco conquistar el Alcázar de Toledo, aunque retrasase su llegada a Madrid. 
En octubre, las tropas franquistas están en las puertas de la capital que resistirá en la Batalla de Madrid producida en la Ciudad Universitaria, defendida por ciudadanos republicanos y las Brigadas internacionales, bajo el lema “No pasarán”, popularizado por la comunista Dolores Ibarruri, más conocida como "La Pasionaria". Mientras, el gobierno de la República sale de Madrid y se traslada a Valencia para evitar su caída si la resistencia no logra su objetivo. Ante este escenario, el asalto a Madrid comenzó el día 8 de noviembre, cuando la ciudad llevaba siendo bombardeada desde agosto. En una semana se establecerán los frentes contra todo pronóstico, ya que se esperaba una rápida toma de la ciudad, como había ocurrido durante todo el verano. Una vez estabilizados los frentes, los mandos franquistas intentarán envolver y aislar Madrid con escaso éxito.
Ante la respuesta republicana, el bando nacional decide aislar Madrid cortando los accesos por carretera a la misma.

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3. La caída del norte (abril – octubre de 1937).
Los fracasos de Madrid causaron que el ejército sublevado se dirigiese contra el norte industrial y minero bajo el dominio republicano.
Las tropas de Mola ya habían tomado Navarra, Álava y Guipúzcoa. Ahora, entre marzo y octubre de 1937, el ejército nacional tomó las ciudades industriales del norte; Irún y San Sebastián. Le siguió el terrible bombardeo de Guernica y Durango por parte de la Legión Cóndor alemana, por orden del Cuartel General de Franco.
Más tarde, cayó Bilbao tras 2 meses de asedio, pese a los esfuerzos de construir una estructura defensiva conocida como el Telón de Hierro, que no fue aprovechada por los mandos republicanos ante la confusión provocada por el bombardeo del Ejército del Norte y las tensiones internas. 
En junio falleció el General Mola al estrellarse, cerca de Burgos, el avión que le trasladaba, de modo que el mando del ejército del norte pasó al General Dávila. Más tarde, tomaron Bermeo, Santander y Asturias.  
Al final de esta fase toda la franja norte quedó en manos del ejército rebelde, lo que fue un duro golpe para la República al perder las zonas industriales y mineras para su abastecimiento, la ventaja inicial de la República en cuanto a los recursos en el territorio del país se disipaba. 

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4. De la ofensiva sobre Teruel a la batalla del Ebro (diciembre de 1937 – noviembre de 1938).
A continuación, las tropas franquistas se lanzan sobre Aragón a fin de llegar al Mediterráneo y cortar en dos mitades la España republicana. 
Destacó la batalla de Teruel, una efímera ofensiva lazada por las fuerzas republicanas, una victoria moral más que estratégica, aunque sí retrasó el avance de las tropas franquistas hacia el Mediterráneo. Tras conquistar Teruel las tropas franquistas avanzan y logran llegar al Mediterráneo por Castellón. Mientras, el gobierno de la República marcha de Valencia a Barcelona.
El territorio republicano quedó dividido en dos partes, y estos desencadenaron un poderoso ataque, la Batalla del Ebro, en la que inicialmente logran ganar terreno, pero la reacción del mando franquista, obligó a los republicanos a replegarse en la otra orilla del río, mientras los franquistas ocupaban todo el sur de Tarragona hasta llegar a la desembocadura. Tras 4 meses de combate vencen los sublevados, en la batalla más dura y sangrienta de toda la guerra. Con esta ofensiva Negrín pretendía ganar tiempo. El gobierno republicano veía la guerra en Europa próxima, por lo que esa fue su consigna. Resistir sea cual sea el costo, ya que el bando franquista no contemplaba otra salida que una victoria total y absoluta, no habría una paz pactada. 
Ya sin defensa, las tropas franquistas emprenden la ofensiva contra Cataluña, entrando en Barcelona en enero de 1939. 
Por entonces dirigentes republicanos, con Manuel Azaña a la cabeza, y miles de personas inician su exilio hacia Francia por temor a las represalias. 

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5.- El fin de la guerra (diciembre 1938 – abril 39).
En marzo de 1939 se produjo el golpe de Estado del general Casado, jefe del ejército de Madrid, quien deponía al gobierno de Negrín e inició conversaciones secretas con Franco para su rendición. Sin embargo, Franco quería una victoria total y rechazó la rendición
Madrid cayó definitivamente el 28 de marzo de 1939. Tras conocerse la noticia se rindieron las últimas plazas republicanas: Jaén, Ciudad Real, Albacete, Valencia, Murcia y, por último, Alicante.
El 1 de abril, desde Burgos, Franco redactó el último parte de la guerra anunciando la victoria de sus tropas. La Guerra Civil había terminado y comenzaban los duros años de la posguerra. 
Por su parte, Negrín, exiliado, siguió siendo presidente en la República española en el exilio.

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